La mayoría de la gente se lava la cara al menos una vez al día. Tanto si te dedicas a una elaborada rutina de cuidado de la piel de nueve pasos como si te gusta mantener las cosas simples, el lavado de cara es probablemente parte de tu régimen. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en los detalles de cómo te lavas la cara? Por ejemplo, ¿es mejor el agua fría para lavarse la cara que la caliente? ¿O es que la temperatura no tiene tanta importancia?

Para saber qué temperatura del agua es mejor para lavarse la cara (y, por supuesto, por qué), tomamos las opiniones de las dermatólogas Rachel Nazarian, MD, Debra Jaliman, MD, y Susan Massick, MD. Esto es lo que hemos aprendido:

¿Debe utilizar agua fría o caliente para lavarse la cara?

Los dermatólogos dicen que el agua fría o tibia es mejor para lavarse la cara que el agua caliente. Una de las razones de esta orientación es que muchas afecciones cutáneas comunes -como la rosácea y la dermatitis atópica (también conocida como eczema)- pueden empeorar y desencadenarse con las temperaturas altas, dice Nazarian.

Pero eso no es todo. Otra razón para mantenerse alejado de las temperaturas de agua supercaliente al lavarse la cara, dice Nazarian, es que el agua caliente puede eliminar los hidratantes y humectantes naturales de la piel, "haciendo que la piel se reseque e inflame con el tiempo".

Pero aquí está la información más importante de todas: resulta que ni el agua fría ni la caliente son la mejor opción para lavarse la cara. La temperatura del agua más idónea para lavarse la cara es la tibia, según la Academia Americana de Dermatología.

"La temperatura del agua es como la regla de Ricitos de Oro: ni demasiado caliente, ni demasiado fría", dice Massick. "Elige una temperatura que esté justo en el medio: una temperatura tibia que no elimine los aceites naturales por estar demasiado caliente ni se contraiga por estar demasiado fría".

Beneficios de lavarse la cara con agua fría

Aunque el agua tibia es la mejor, los dermatólogos afirman que lavarse la cara con agua fría puede ayudar a la piel de varias maneras. Éstas son algunas de las principales razones por las que alguien puede querer lavarse con agua fría:

El agua fría puede ayudar con la irritación relacionada con el acné, dice Jaliman.

El agua fría puede ayudar a reducir la hinchazón de la piel, especialmente los ojos hinchados que muchas personas experimentan por la mañana al despertarse, dice Jaliman.

El agua fría puede causar vasoconstricción, que es un estrechamiento de los vasos sanguíneos que puede dar temporalmente a la piel un aspecto más brillante y menos inflamado, dice Nazarian.

Inconvenientes del uso de agua fría

La piel y los hábitos de vida de cada persona son un poco diferentes, por lo que esto variará de una persona a otra, pero lavarse con agua fría conlleva algunos inconvenientes potenciales.

Uno de los puntos a tener en cuenta es que el agua fría puede no limpiar la cara de bacterias y contaminantes con la misma eficacia que el lavado con agua caliente, dice Jaliman. En este sentido, los poros pueden reaccionar al agua fría contrayéndose, lo que puede atrapar la suciedad, las bacterias y la grasa. Esencialmente, "hace que la limpieza sea menos eficaz", dice Massick.

Otro inconveniente es la comodidad. Si vives en un clima más frío o eres especialmente sensible al agua fría y a las bajas temperaturas, lavarte con agua fría puede no sentarte tan bien como lavarte la cara con agua tibia.

Consejos para lavarse la cara

Es fácil complicarse con todos los detalles, pero lavarse la cara no tiene por qué ser complicado. A continuación te ofrecemos algunos consejos básicos que debes tener en cuenta al lavarte la cara:

Lávate con agua tibia: Los dermatólogos coinciden en que el agua tibia es la mejor para lavarse la cara. Sin embargo, los dermatólogos afirman que un chorrito de agua fría puede ser agradable a primera hora de la mañana o después de lavarse la cara con agua tibia.

Evite el agua extremadamente caliente: Cuando te laves la cara, lo más probable es que el agua caliente no te haga ningún favor en cuanto a la salud de la piel. El agua caliente puede despojar a tu piel de sus aceites naturales y hacer que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que puede hacer que tu piel se vea más roja, dice Jaliman.

Lávate la cara dos veces al día: "Sé constante y trata de lavarte dos veces al día, sobre todo al final de la jornada para eliminar la suciedad, el maquillaje y las bacterias, la mugre diaria", dice Massick.

Encuentra un limpiador suave que te guste: La temperatura del agua no es el único factor que importa a la hora de lavarse la cara. Un limpiador suave y no abrasivo ayuda a sentar las bases de una práctica sólida de cuidado de la piel y puede adaptarse a tus necesidades específicas. "Para las pieles grasas o con tendencia al acné, por ejemplo, pueden ser útiles los limpiadores a base de ácido salicílico o peróxido de benzoilo", dice Massick. "Para la piel sensible o la piel seca, utiliza un limpiador a base de crema para evitar la irritación o el empeoramiento de la sequedad".

Limita la exfoliación a 1 ó 2 veces por semana: La exfoliación diaria no es necesaria, nos dice Massick. De hecho, podría hacer más daño que bien y provocar irritación, enrojecimiento, brotes e incluso despojar a tu piel de sus aceites naturales. Evita también frotar la piel, ya que esto también puede causar irritación.

Conclusión

Es importante lavarse la cara a diario. La Academia Americana de Dermatología sugiere lavarse con un limpiador suave y agua tibia al levantarse, antes de acostarse y después de sudar,

Lavarse la cara con agua fría -o incluso salpicarse con ella- puede tener algunos beneficios potenciales, como reducir la hinchazón y la irritación. Pero los expertos coinciden en que la mejor temperatura del agua para lavarse la cara es la tibia.

La mayoría de la gente debería evitar lavarse con agua caliente, ya que ésta puede provocar sequedad e inflamación de la piel. También puede agravar algunas enfermedades de la piel, como la rosácea y el eczema. Si tiene alguna pregunta o duda sobre el lavado de cara, consulte a su dermatólogo antes de probar algo nuevo o diferente; los dermatólogos son los que mejor saben y pueden ayudarle a tomar las mejores decisiones para su piel.