Después de inspirar a un par de generaciones y reformar el mundo de la tecnología, Gordon Moore, cofundador de Intel, falleció hoy a la edad de 94 años.

¡Su trabajo en el campo de los semiconductores ha allanado el camino para las computadoras modernas, que tienen velocidades de procesamiento para hacer casi cualquier trabajo hoy en día! Su predicción de la cantidad de transistores en microchips que se duplican cada dos años se conoce como la Ley de Moore.

Dejando un legado atrás

Si tiene un teléfono inteligente o una PC en su hogar, debe agradecer a Gordon Moore por todas sus contribuciones a este espacio tecnológico. En la década de 1950, Moore comenzó a trabajar en la industria de los semiconductores, con los laboratorios Fairfield Semiconductor como su primera empresa para fabricar transistores y circuitos integrados comercialmente.

Esto allanó el camino para que otros fabricantes de equipos originales exploraran este espacio y, finalmente, convirtieran la península sur de San Francisco en lo que ahora se conoce como Silicon Valley. En 1968, Moore y Robert Noyce, su compañero de trabajo en Fairfield, dejaron la empresa para iniciar Intel , que ahora es el líder del mercado en la industria de chips.

Citando las rápidas mejoras tecnológicas posteriores a la invención de los circuitos integrados, Moore predijo que los transistores de estos microchips se duplicarían cada año, y luego los revisó cada dos años. Esta idea finalmente se conoce como la Ley de Moore, ¡y ha estado presionando a los investigadores para que apunten su trabajo para hacer que esta idea funcione!

Desde su dicho, los chips de memoria se han vuelto más eficientes y asequibles, allanando el camino para su idoneidad en las computadoras domésticas modernas. En uno de sus artículos, Moore señaló que los circuitos integrados conducirían a "maravillas como computadoras domésticas, o al menos terminales conectadas a una computadora central, controles automáticos para automóviles y equipos de comunicaciones portátiles personales".

Bueno, todos sus buenos dichos están transformando significativamente la industria de la tecnología, y murió hoy a la edad de 94 años. Además de ser un inventor, Moore también había dedicado sus esfuerzos a proteger la cuenca del río Amazonas y los arroyos de salmón en los EE. UU ., Canadá y Rusia, bajo la Fundación Gordon y Betty Moore.