Samoas caseras saludables hechas con solo cuatro ingredientes: coco, dátiles, pepitas de chocolate y aceite de coco ¡Además son veganas y sin gluten!


Ingredientes

  • taza de dátiles medjool deshuesados , unos 10 dátiles*
  • taza de coco rallado sin azúcar
  • 1/3 taza de chocolate negro 
  • 1/2 cucharadita de aceite de coco*

Instrucciones
 

1. Precaliente el horno a 400°F. Extienda el coco rallado en una bandeja para hornear para tostar. Coloque en el horno durante 3-5 minutos, hasta que el coco tenga un color marrón dorado claro. Asegúrate de quedarte en la cocina y vigilar el coco, ya que se quema con mucha facilidad. Alternativamente, puedes tostar el coco en una sartén sobre la estufa.

2. Agrega los dátiles y el coco tostado en el tazón de un procesador de alimentos. Pulse hasta que la mezcla se combine y comience a formar una bola de masa.

3. Retire del procesador de alimentos, haga una bola con trozos de masa del tamaño de 1 cucharada y luego forme una galleta redonda. Con una pajita o un palillo, haz un agujero en el centro de la masa. Mueva la pajilla o el palillo un poco para ensanchar el agujero, si es necesario. En este punto, es probable que necesite remodelar un poco la cookie.

4. Coloque todas las galletas en una hoja forrada con pergamino y transfiéralas al congelador para que se endurezcan un poco.

5. Mientras las galletas están en el congelador, agregue el chocolate y el aceite de coco en un recipiente poco profundo apto para microondas y derrita en incrementos de 20 a 30 segundos hasta que el chocolate se derrita lo suficiente como para rociar.

6. Tome galletas del congelador y sumerja cada una en el chocolate para cubrir el fondo. Coloque las galletas en el pergamino y use el chocolate restante para rociar sobre las galletas.

7. Transfiera las galletas nuevamente al congelador durante 10-15 minutos para que el chocolate se endurezca. Una vez que se hayan endurecido, podrá quitar fácilmente las galletas del papel de pergamino.

8. Si desea disfrutarlos de inmediato, déjelos reposar en el mostrador durante unos minutos. Para disfrutar más tarde, guárdelo en un recipiente sellado en el refrigerador hasta por una semana.